Había una vez un país cuyas tropas eran comandadas por el general Lareneg. O mejor: había una vez un país cuyo ejército fue derrotado por las vacas del campo. O bien: había una vez un país cuyo presidente salió de la Casa de Gobierno, derrocado por su ministra y fue a formar cola para ofrecerse para un puesto de cadete.
O más sencillamente, y en resumen, había una vez un país que fue expulsado del planeta por las Naciones Unidas: le mostraron la tarjeta roja y se desprendió del globo terráqueo, con habitantes, gobernantes corruptos y todo lo demás.
¿Que todo esto no es posible? Pero, por favor, lo que pasa es que Ud. todavía no leyó Tarjeta roja