Hay líneas de fiebre y de cocaína. También líneas de teléfono, aéreas, ferroviarias, de colectivos, de taxis.

Pero lo que caracteriza y titula a esta ultradivertida novela de Maslíah y lo que la diferencia de toda otra, son las líneas de texto.

La complicada trama que narra las desventuras de Alcmeón, sus mujeres, sus trabajos como profesores de computación y sus glorias y miserias no está escrita en párrafos, sino en textos unilineales, convirtiendo a este libro en la primera novela-rap (o novela de “trocha angosta”) de la historia de la Literatura.

La estructura ininterrumpida -no hay capítulos, ni espacios de separación entre un bloque de líneas y otro – obliga a la editorial a advertir a quien la lea, que debe respirar de tanto en tanto según su ritmo habitual en el momento que lo considere conveniente, y del mismo modo ir al baño o satisfacer cualquier otra necesidad perentoria y encender la luz si oscurece, sin aguardar, como se acostumbra, una pausa marcada en las páginas.