Sólo le faltaba a Jorge Shussheim, casado con Lía Jelin, padre de un hijo y plantador de árboles en su ex feudo chacareril de Baradero, escribir un libro. Y helo aquí, arrancado de sus manos con esfuerzo -casi diríamos con fórceps- por sus editores.
Mezcla de humor, ternura, observación social y crítica de malas costumbres, reúne relatos, semblanzas, recuerdos, recetas de cocina, reflexiones y “casi poemas”, todo coloreado por su ingenio chispeante, que, por ejemplo, llega a considerar perfumeros -por los aromas que surgían de sus locales- a tres recordados almaceneros judíos del Once.
Pasen nomás y elijan, que este libro es una feria, y -además- barata: ofrece todo al costo.