En este libro, el autor, cuenta sus viajes y los comienzos de su peculiar profesión de “organizador de ferias de libros”, una suerte de embajada no formal de la cultura.
El humor, la rebeldía, la apertura mental y el interés por conocer otras sociedades forjaron el espíritu de quien ha hecho de la Feria del Libro de Francfurt un verdadero foro de debate cuyo objetivo principal no es batir récords de participación sino diversificar la oferta, conseguir nuevos lectores y posibilitar que las pequeñas editoriales sobrevivan en un mundo de grandes intereses internacionales.